Las bancadas árbitro del nuevo Congreso: a quiénes deberá recurrir Milei para aprobar sus leyes


La polarización que se vio de las urnas se trasladará al Congreso, a partir del 10 de diciembre, con el crecimiento de las bancadas más extremas. La Libertad Avanza junto a sus aliados del PRO, la UCR, y los “radicales con peluca” podrán sumar 110 diputados y quedar a sólo 19 del quórum propio y la mayoría absoluta.
A esos legisladores decisivos el oficialismo deberá ir a buscarlos a las bancadas “del medio” que quedaron reducidas en cantidad pero fortalecidas en su rol de “árbitro”.
Las terceras vías fueron las grandes perdedoras de la elección del domingo y de los más de 60 diputados que actualmente integran el archipiélago de bloques “dialoguistas” quedarán poco más de 40 en la Cámara baja. Serán los encargados de inclinar la balanza hacia un lado o el otro en las votaciones.
El estanque donde el oficialismo podía ir a “pescar” votos se convirtió en una pecera. Y dentro de ella, los partidos dialoguistas (como la Coalición Cívica, los radicales díscolos o los “peronistas racionales” del bloque de Miguel Pichetto) que suelen ser más intransigentes y no tienen jefes políticos a quien responder quedaron debilitados.
Con mayor representación quedaron los legisladores que responden a gobernadores de distintas provincias y prometen ser decisivos.
A todos ellos convocó el presidente Javier Milei en su discurso post triunfo cuando habló de las “decenas de diputados y senadores de otros partidos con los que encontrar acuerdos básicos”.
En el sector del actual Encuentro Federal quedaron unos pocos “sin tierra”. Con la salida de Florencio Randazzo, Margarita Stolbizer y Emilio Monzó -que no lograron renovar- siguen en pie y con mandato hasta 2027 Pichetto, Nicolás Massot, y el socialista Esteban Paulón.
Los tres tuvieron una postura muy crítica del Gobierno en los últimos meses y fueron artífices de fuertes golpes parlamentarios. Si bien se manejan en tándem con los gobernadores de Provincias Unidas no responden a ningún gobernador.
De los seis de la Coalición Cívica continuarán solo dos: Maximiliano Ferraro (que preside y motoriza la comisión investigadora $Libra) y Mónica Frade.
En esta categoría de dialoguistas más duros entrará también el presidente de la UCR, Martín Lousteau, y los radicales disidentes que siguen con mandato como Mariela Coletta y Pablo Juliano, ladero de Facundo Manes, a quien se le vence la banca en diciembre y no renueva.
Juliano deberá encontrar su lugar en la nueva Cámara si el bloque que preside (Democracia Para Siempre) desaparece y sus compañeros migran a Provincias Unidas.
El oficialismo tendrá que aceitar relaciones también con los ex libertarios: los dos de la bancada del MID de Oscar Zago y los cuatro del flamante bloque Coherencia. En ese grupo está Marcela Pagano y Lourdes Arrieta con quienes la tensión escaló en los últimos meses.
En este contexto los legisladores provinciales parecen ser tierra fértil donde cosechar para el oficialismo. Por un lado porque los gobernadores ya demostraron ser pragmáticos en otras ocasiones, el Ejecutivo tiene herramientas concretas para negociar (fondos, obras) y porque varios de ellos quedaron debilitados en las recientes elecciones.
El debut de Provincias Unidas no fue bueno, pero suma representación en la Cámara. Aunque Juan Schiaretti no consiguió imponerse a la boleta de LLA que llevaba a un desconocido como cabeza, el gobernador cordobés Martín Llaryora sumará tres diputados a los tres que siguen hasta 2027: Juan Brügge, Carlos Gutiérrez y Alejandra Torres.
El mandatario santafesino Maximiliano Pullaro impuso a dos diputados: su vice Gisela Scaglia y Pablo Farías entrarán próximamente. Entra una jujeña más de Carlos Sadir; un correntino que responde al mandatario Gustavo Valdés; y Claudio Vidal renovó la banca de su diputado que vencía mandato.
El chubutense Ignacio Torres no logró sumar a nadie pero mantiene a Jorge “Loma” Avila como propio hasta 2027.
Por su parte, el gobernador neuquino Rolando Figueroa también consiguió renovar la banca de un diputado propio.
A todos ellos pareció hablarles Milei en su primer discurso tras el triunfo luego de plantear la necesidad de “afianzar el camino reformista” y “destacar el rol del nuevo Congreso” que según el propio Presidente “será fundamental para asegurar el cambio de rumbo”.
“Nos alegra saber que en muchas provincias la segunda fuerza no fue el kirchnerismo, sino el oficialismo provincial. Oficialismos que son actores racionales, pro-capitalistas, y a los que uno más uno les da dos”, señaló y agregó: ” Es por eso que queremos invitar a la gran mayoría de los gobernadores que tendrán representación parlamentaria a discutir en conjunto estos acuerdos. En definitiva, ahora sí podremos traducir en leyes las consignas del Pacto de Mayo”.
En el corto plazo, y antes de las leyes de “segunda generación” que se propone el Ejecutivo tiene primero que sortear una prueba de fuego: la aprobación del Presupuesto 2026.
Fuente: www.clarin.com



